Exposición pintura Josep Ros

Josep Ros nos planta delante unos cuadros de una presencia tan potente e inmediata que la mirada los revuelve, despertada la curiosidad y divertida entre los escenarios, avivada por los colores más atrevidos,interpelada por incontables significados que se esconden a la superficie o permanecen emboscados detrás de una desacralizada natura, viva o muerta. Una visión propia, con plena generosidad, una apertura al inesperado, a la sorpresa de ver el que antes era invisible.

Además es un hombre plácido, tampoco rehuye el combate, nunca renegará del que le es más preciado: la autenticidad de la voz que recrea el universo rico y riguroso que nos regala. Es una persona que no admite “falsetes” al suyo cercando, únicamente como diversión, como disfraz, como ironía y risa, no como claudicación del tono esencial que hace de su arte íntegramente personal el único arte, en realidad, posible. Reconozcamos, sólo verlo, un mundo que se ensancha invitándonos a que nos sintamos como niños pequeños por el medio de escenarios de arquitecturas simétricas o de paisajes desmesurados.

Josep Ros nos permite observar la vida de bien cerca por mediación de diversos personajes a los cuales encaramos de frente. ¿O son ellos, los otros, los que nos encaran a nosotros?