Esta exposición nos sumerge en el enriquecedor concepto de ciudadanía visto por los ojos de la artista Mariia Zhurykova. Sus pinturas reflejan la diversidad y la conexión entre las personas a través de una rica paleta de colores, texturas y trazos, que captan la esencia de la imagen urbana. Las líneas de movimiento y las manchas abstractas de colores en sus cuadros revelan la energía de la vida cotidiana y la interconexión entre los ciudadanos.
Su temática es la humanidad, y dentro del tema inmenso: el individuo dentro de la sociedad, el concepto de la convivencia, de simbiosis, aquí lo individual convive con lo social, un concepto primordial y tan frágil en este momento de actualidad, que vivimos. La obra de Zhurykova es un canto a lo ordinario, a los momentos que conforman nuestras vidas diarias.
Su arte da vida a lo simple y lo profundo, invitándonos a detenernos y reflexionar sobre las dinámicas siempre cambiantes de la ciudad y la ciudadanía. Cada lienzo es una ventana al ciclo de la vida, donde innumerables hilos de existencia se entrelazan para crear un tapiz vibrante y en constante movimiento de experiencias humanas. Es un diálogo con la realidad y una invitación a conectarse con el arte y la ciudadanía.